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Todos del mismo lado
26 Julio 2018
Roberto Artavia
Opinión
¿Será posible ponernos todos del mismo lado y sacar a Costa Rica del estancamiento y del nadadito de perro?

Al terminar algunos de los análisis que me corresponde hacer como académico, a veces me pregunto ¿quién será capaz de convertir esta verdad tan clara en una cuestión ideológica o política, en vez de hacer lo que corresponde para que la mayoría —ojalá todos— los costarricenses estemos mejor?

Veamos ejemplos: el país necesita una agenda de cambio climático, descarbonización de la economía y energías alternativas; una reforma educativa profunda que le permita a sus niños y jóvenes prepararse de forma radicalmente diferente a lo que ofrece el sistema educativo actual para enfrentar los enormes retos que les plantea el futuro; una transformación estructural de nuestras finanzas públicas porque elegimos gobiernos atados de pies y manos para invertir y desarrollar los programas que ofrecieron en campaña; reemplazar nuestro sistema de transporte por uno de transporte colectivo moderno y eficiente; una reforma política donde cada representante electo deba rendir cuentas por sus actuaciones, y gobierno y centros de servicios digitales para maximizar transparencia y reducir traslados, trámites y costos en nuestros procesos burocráticos. En fin...

Egoísmo sectorial

Convertimos a nuestros conciudadanos en adversarios porque somos incapaces de comprender que el verdadero enemigo, el verdadero reto, está planteado en términos globales que trascienden nuestras discusiones locales en temas cuya solución debería ser evidente para todos: lo que beneficie y convenga a todos los costarricenses juntos, aún si en el corto plazo algunos se vean afectados por la decisión.

¿Será posible ponernos todos del mismo lado y sacar a Costa Rica del estancamiento, el nadadito de perro, la parálisis por análisis y la negociación eterna?

Si lo “perfecto es enemigo de lo bueno”, mucho peor enemigo es el egoísmo sectorial y personal de quienes, por unos pesos más, están dispuestos hoy a sacrificar el futuro de la colectividad.