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Cambiar el rumbo
16 Noviembre 2018
Roberto Artavia
Opinión
Más de 250 líderes latinoamericanos participaron en la Cumbre Liderazgo e Innovación para la Sostenibilidad: Cambiar el Rumbo, con el objetivo de impulsar el viraje de nuestras sociedades hacia la sostenibilidad.

Ese fue el título del libro compilado por Stephan Schmidheiny a partir de la Cumbre de la Tierra en 1992. A partir de su participación como copresidente de la Cumbre por el sector productivo, en los siguientes años trató de crear una institucionalidad que impulsara el deseado cambio de rumbo, con la fundación y apoyo estratégico y financiero de organizaciones de vanguardia en el pensamiento sobre sostenibilidad a nivel mundial y particularmente en América Latina.

Su expectativa era que en 10 o 15 años la racionalidad de los líderes globales y regionales llevaría el mundo hacia modelos de desarrollo más sostenibles en términos ambientales, sociales, productivos e institucionales. Desde sus empresas dio un ejemplo de compromiso y con su actividad filantrópica propició el desarrollo de cientos de iniciativas nacionales y regionales en búsqueda del ansiado cambio de rumbo.

Pero subestimó la resistencia al cambio y la presión que pondrían subsecuentes crisis económicas sobre los mercados financieros y que exigieron el regreso a una economía más agresiva para recuperar la dinámica productiva.

250 líderes

El viernes pasado en el Centro de Convenciones de Costa Rica tuvo lugar, 25 años después, la Cumbre Liderazgo e Innovación para la Sostenibilidad: Cambiar el Rumbo, con la participación de más de 250 líderes latinoamericanos para impulsar el viraje de nuestras sociedades latinoamericanas hacia la sostenibilidad.

La Cumbre se enfocó sobre tres ejes principales: la relación del progreso social con la disponibilidad de recursos naturales a largo plazo; la necesidad de aumentar la productividad, ecoeficiencia y responsabilidad de todos los sistemas productivos, aprovechando las nuevas tecnologías y propiciando innovación constante; y el fortalecimiento de nuestro contrato social e instituciones, incluidos los mercados de capitales, en términos éticos y de modernidad.

Se puso especial énfasis en tres temas: el papel de los mercados y el consumo, el rol de la innovación y nuevas tecnologías, y el desarrollo de las ciudades y de la creciente urbanización en la sostenibilidad.

Se generaron docenas de propuestas de enfoque, proyectos, alianzas y, sobre todo, nueva energía para impulsar el cambio de rumbo.

A seguir…